1. Aceleración de las reacciones bioquímicas: lo cual implica que los procesos metabólicos que participan en la regeneración de los tejidos se activan, optimizando las expectativas de cualquier proceso de rehabilitación.
2. Incremento de temperatura: vamos a mejorar entonces la vascularización, drenar los catabolitos, reducir la hipoxia y aportar los nutrientes y la energía necesaria para restablecer el equilibrio perdido.
3. Reducción del dolor: la diatermia es el neuromodulador más potente que existe, su capacidad de reducción del dolor se debe a múltiples causas:
- al reducir los procesos inflamatorios disminuye la presión sobre el tejido nervioso nociceptor y con ello el dolor percibido,
- el drenaje de los catabolitos reduce los elementos capaces de desencadenar una reacción dolorosa,
- la actuación directa de la diatermia sobre el tejido nervioso periférico eleva el umbral del dolor,
- reducción del hipertono: la reducción de la tensión implica directamente una mejora de la vascularización y disminución del dolor muscular.
4. Mejora la amplitud articular sin producir dolor. Sin duda eso favorece la colaboración del paciente en relación con los ejercicios terapéuticos que le programas.
5. Regulación del pH gracias al aumento de la temperatura y al incremento de la micro y macro circulación, por el efecto de la diatermia.
6. Estimulación de la bomba sodio potasio: aumentando la temperatura vamos a favorecer el intercambio iónico celular y a facilitar el mantenimiento del potencial eléctrico. El aumento de la temperatura potencia también la actividad de las mitocondrias, de esta manera la célula dispondrá del ATP que necesita para sus procesos vitales.