La punción seca es una innovadora técnica fisioterapéutica que utiliza agujas de acupuntura para tratar ciertas dolencias, especialmente el síndrome de dolor miofascial, pero su similitud con la acupuntura termina aquí, no se deben confundir estas dos técnicas. Se define como una técnica semi-invasiva porque las agujas penetran la piel en busca del punto gatillo -causante del dolor miofascial- para presionarlo, desactivarlo y acabar con el dolor. Para encontrarlo, la estimulación -comprensión, contracción, estiramiento, etc.- del músculo es vital, ya que si se produce dolor esto sugiere que existe un punto gatillo. La aguja se puede considerar una extensión de los dedos del fisioterapeuta, una técnica palpatoria más, gracias al efecto “varilla”: la aguja permite apreciar los cambios en la firmeza de los tejidos atravesados.
En cuanto a la metodología, existen dos técnicas de punción seca:
- Punción superficial: Se introduce la aguja a una profundidad máxima de 1cm en el tejido celular subcutáneo, sin llegar a penetrar en el músculo. Tras la punción, se realiza tratamiento conservador sobre el punto gatillo, que eleva el umbral del dolor y facilita el tratamiento.
- Punción profunda: Las agujas se introducen hasta alcanzar el punto gatillo, por lo que el tamaño de la aguja va en función a la profundidad del músculo dónde este se encuentre, y posteriormente se estimula (introduciendo y sacándola o haciéndola girar). Posteriormente se emplea otro tratamiento superficial.